Cuando un usuario cambia de vivienda, son muchas las tareas que debe hacer para poder disfrutar del hogar desde el primer momento de forma plena, una de estas tareas a gestionar, es la formalización y firma del contrato de luz de la nueva casa, pues sin este suministro activo, será realmente difícil conciliar correctamente el día a día en la vivienda.
Un correcto análisis de las necesidades energéticas, sumada a una buena selección de la compañía de luz y de la tarifa, podrán ayudar a ahorrar cada mes en las facturas de suministros, puesto que el precio a pagar mensualmente por el suministro dependerá de varios aspectos como el precio a pagar por la energía consumida, la cantidad de energía que se consume o la presencia de promociones y descuentos aplicables.
Sin embargo, uno de los factores más importantes a la hora de determinar el precio mensual de las facturas es el término que engloba a la potencia eléctrica contratada.
Como muchos consumidores desconocen la importancia de este concepto, en esta entrada, desde Selectra, hablaremos acerca de los principales aspectos que se deben conocer sobre este término, de las diferentes maneras que se puede calcular y sobre cómo gestionar un cambio de la misma en aquellas situaciones donde sea necesario.
Cuando se hace referencia a la potencia eléctrica contratada en una vivienda o local, se hace referencia a la capacidad máxima que presenta la instalación eléctrica para el suministro de energía en un momento exacto, es decir, la potencia eléctrica delimita la cantidad de aparatos eléctricos que pueden ser abastecidos por la misma fuente energética de manera simultánea sin que se produzcan incidencias con el suministro.
De este modo, la potencia eléctrica contratada delimita el total de consumo simultáneo que se puede soportar por parte de la instalación, una vez se sobrepasa este punto, se producirán los conocidos como ¨salto de plomos de la vivienda¨.
A la hora de gestionar un alta de luz, se debe escoger el valor de la potencia que se desea contratar, seleccionándose esta en kilovatios (kW)
El segundo aspecto más importante que rodea a este concepto es el coste que supone, pues la potencia representa un coste fijo en las facturas de la luz, de manera que a mayor potencia disponible, mayor coste mensual a afrontar por parte del consumidor, sin que sea necesario un consumo real de energía eléctrica para su cobro.
A la hora de dar de alta la luz en una vivienda o bien en el momento de tener que renovar el contrato de suministro, los consumidores deben intentar escoger aquel valor de potencia que mejor se adapte a sus necesidades reales de consumo que se presentarán en el futuro, de manera que no se contrate un valor excesivo ni tampoco escaso.
Para una correcta selección, se deben conocer las demandas del hogar, para con base en estas, calcular el valor de la potencia a contratar, en aquellos casos donde no se sepa qué valor de potencia escoger, se deben valorar los siguientes puntos:
● Uno de los factores que mayor peso posee dentro de esta selección es el número de personas que conviven de manera regular en el domicilio, puesto que todos ellos demandan la energía de la misma instalación, en muchas ocasiones, de manera simultánea, por lo que, a mayor número de personas, mayores necesidades de potencia.
● Otro de los aspectos más determinantes es la superficie de la que se dispone, pues al igual que sucede con los ocupantes de la vivienda, a mayor dimensión disponible, mayores demandas y, por tanto, mayor necesidad de potencia.
● Otro factor clave será la cantidad de aparatos eléctricos presentes en la vivienda y su eficiencia energética, pues estos son los aparatos que demandan la energía a la instalación, en muchos casos, a la vez.
● Por último, se debe tener en cuenta si la instalación tendrá que abastecer a aparatos que presenten un gran consumo de energía, como las calderas eléctricas o los aparatos de aire acondicionado, pues estos elementos por sí solos demandan una gran cantidad de energía y se debe tener en cuenta la simultaneidad con otros aparatos eléctricos.
Una potencia mal ajustada, ¿se puede modificar en el contrato?
Se pueden dar situaciones donde la potencia contratada se encuentra mal ajustada por contrato, pudiendo deberse a una mala selección inicial o a un cambio drástico en la demanda de energía, pudiendo contar con un exceso o con un defecto de potencia.
En los casos en los que la potencia sea inferior a la demandada, se sufrirán pequeños cortes puntuales del suministro en los picos de demanda y en los casos en los que la potencia sea excesiva, se estará pagando un alto coste cada mes sin necesidad.
En los casos en los que se necesite cambiar la potencia contratada
de una vivienda, tanto un aumento como una disminución, se podrá gestionar con la compañía eléctrica, siempre que se cumplan dos requisitos: que haya pasado al menos un año desde la formalización de contrato en vigor (aunque ciertas compañías son más flexibles y permiten el cambio) y que se entreguen los siguientes documentos:
● El número asociado al CUPS de la instalación.
● Indicar la potencia disponible en la actualidad y la potencia que se demanda tras el cambio, siendo este valor aceptado por la instalación eléctrica.
Para poder solicitar el cambio de potencia, se debe contactar con la eléctrica y presentar la solicitud a través de alguna de las vías de contacto que ofrezca la empresa, por ejemplo, en el caso de necesitar cambiar la potencia con Iberdrola, podremos hacer la gestión de manera física en alguna de sus oficinas, a través del teléfono de Iberdrola habilitado para los cambios de potencia o a través de internet o de la App de clientes.